No os podéis imaginar el tiempo que llevo queriendo hacer esta entrada. No os asustéis por el título, es simplemente una ironía. Ironía en mi caso, ya que en otros la cosa no está tan clara...
No quiero que esta entrada parezca una crítica hacia otros blogs, pero para explicaros mi opinión sobre este tema, debo de poneros algunos ejemplos. Ejemplos en los que no daré nombres, pero que a cada una de vosotras os pueden sugerir algunos, muchos o ningún espacio web.
No quiero que esta entrada parezca una crítica hacia otros blogs, pero para explicaros mi opinión sobre este tema, debo de poneros algunos ejemplos. Ejemplos en los que no daré nombres, pero que a cada una de vosotras os pueden sugerir algunos, muchos o ningún espacio web.
¿Qué es una colaboración?
Pues simplemente colaborar con otra u otras personas en un tema concreto. La finalidad es que ambos queden satisfechos con ese trabajo. Es decir, yo te doy tal cosa a cambio de otra.
Tipos de colaboraciones
Os voy a contar desde mi experiencia, los tipos de colaboraciones que a mí me han ofrecido:
- Por un producto o varios: En mi caso, es la más frecuente. La empresa se pone en contacto contigo y te ofrece o da a elegir uno o varios productos de su marca. A cambio te pide que hables sobre su empresa, sobre su producto y/o que coloques un banner o cartel publicitario en tu espacio.
- Por dinero: Te ofrecen x dinero, porque hagas un único post dando a conocer x empresa. Que hables de forma general sobre su catálogo o sus servicios. En plan anuncio de tele o revista.
- Por la cara: Llamadas notas de prensa. Me han llegado y me siguen llegando, no se a cuento de qué, notas de prensa de empresas con las que jamás he colaborado ni puesto en contacto. Me envían información sobre nuevos productos, porque creerán, que yo les voy a dar publicidad por amor al arte y sin conocimiento alguno. Así, porque ellos lo valen.
- Para que yo pague: No sé ni qué nombre ponerle a esto. Solo me pasó una vez. Me enviaron un correo en el que me ofrecían realizar entradas para mi blog a cambio de dinero. Es decir, os cedo mi espacio y os pago para que escribáis por mí lo que os dé la gana. ¿Estamos locos?
Ahora mismo no se me ocurren más, pero seguro que hay muchas otras de lo más variopintas.
¿Qué tipo de colaboraciones acepto?
En general, acepto las colaboraciones en la que yo escribo el post y ellos ponen el producto. Empresas que acepten que mi opinión va a ser 100% sincera. Que no voy a hablar de algo que no he probado, y que no voy a decir que algo es maravilloso sino funciona.
Y podréis decir... pero si siempre hablas bien de lo que te mandan! Casi siempre, es cierto. Pero tiene una explicación muy sencilla. En la gran mayoría de los casos, YO elijo los productos que quiero recibir y de los que más tarde hablaré. Eso hace, que casi siempre esos productos encajen con mis necesidades y preferencias. Es así de simple.
¿He rechazado colaboraciones?
Por supuesto. Algunos ejemplos:
- Hablar de un salón de bronceado por dinero: He aceptado un par de colaboraciones de este tipo. Siempre dando información, nunca mi opinión o recomendación, ya que no he probado sus servicios. Con este caso era diferente. Les dije amablemente, que no sería lógico publicitar en mi blog algo con lo que no estoy de acuerdo, algo que yo jamás me haría. Recomiendo y defiendo lo natural, por lo que, no puedo recomendar un salón de bronceado. No creo que sean nada buenos para la piel. Ellos lo entendieron, y todo terminó de forma cordial.
- Cajita cosmética de muestras mensual: También he aceptado un par de ellas. Una que incluía comida, por lo que le daría uso sí o sí. Y otra de cosmética natural. Adoro los productos naturales, así que, seguro que me iba a gustar. La que rechacé era solo de cosmética. Cosmética de marcas que testan en animales y con un listado de ingredientes demasiado artificial.
- Sérum alargador de pestañas: Con este producto ocurrió algo diferente. Me sentí engañada. Me dijeron que era natural. Cuando lo recibí y revisé el INCI vi un ingrediente que no me hizo gracia. Le pregunté a una amiga farmaceútica y me dijo que no producía ningún daño al ojo, pero que si entraba el contacto con él podía oscurecer el color del iris. Me puse en contacto con la marca y se lo comenté. Me negaron en rotundo que eso fuese cierto. No me daban explicaciones, solo me decían que no, que no y que no. Perdida la confianza y bastante harta, les dije que no iba a hablar de un producto sobre el que no estaba segura. Es más, no lo iba a probar. Les pedí su dirección para enviárselo de vuelta y me la dieron de mala gana. Ahí acabó todo.
Conclusión
A nadie le amarga un dulce, y cada uno es libre de hacer con su espacio web lo que quiera. A mí personalmente no me gustan los blogs donde lo único que se lee son notas de prensa. Las últimas novedades de todas las marcas comerciales más conocidas. Vale que de vez en cuando, comentemos las novedades que va a lanzar cierta marca. Pero una marca que nos guste o interese. No de todas las que hay.
No me interesan esos espacios, para eso me compro una revista o pongo la tele. Además, sus opiniones dejan de tener validez para mí. Serán ciertas o no, pero yo ya no me las creo. Ya no sabes si da la casualidad que le ha gustado el producto o son respuestas compradas. Es casi imposible que te resulte espectacular un producto que recibiste ayer. Puedes decir que tu primera impresión ha sido muy buena, pero no recomendarlo a todo dios el primer día.
Mientras tanto, yo seguiré a lo mío. Aceptaré colaboraciones de marcas y productos que me gusten. Que se adapten a mis necesidades y preferencias. Hablaré sobre ellos y una vez probados los productos con suficiente tiempo, daré mi opinión más sincera.
¿Qué opináis vosotras sobre este tema?
¿A favor o en contra?
Un beso!!